Las sospechas sobre Hoffmann, de 70 años, prestigioso inmunólogo y expresidente de la Academia Francesa de Ciencias, han sido aventadas por Bruno Lemaitre, un genetista 25 años más joven y que en 1992 llegó al laboratorio de Estrasburgo que dirigía Hoffmann como recién doctorado del Instituto Pierre y Marie Curie de París. Su trabajo duró cinco años y consistió en descubrir los receptores Toll, un tipo de moléculas, utilizando la genética de la mosca Drosophila. Aquel hallazgo fue clave porque permitió afrontar la investigación de una nueva clase de receptores involucrados en el reconocimiento de la infección aplicable a los humanos. El estudio se publicó en 1996 en la revista Cell. Lemaitre aparecía como primer autor, y Hoffmann como último firmante. En la literatura científica, el primero suele ser el ejecutor directo del trabajo, de menor rango que el último, a quien se atribuye la idea y la dirección del proyecto. Sin embargo, Lemaitre asegura que la investigación fue esencialmente suya, y que Hoffmann nunca le prestó particular atención a su proyecto. Fue el posdoc (investigador posdoctoral) quien hizo los experimentos cruciales mientras Hoffman “ejercía de jefe y manager del laboratorio, a mucha distancia del banco donde yo trabajaba”, asegura Lemaitre. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdelmundo@gmail.com)

No hay comentarios:
Publicar un comentario