
El sello, una exquisita obra de arte, había suscitado un enorme interés antes de la subasta tanto en Europa como en China. No menos de cinco "curators" del Museo del Palacio de la Ciudad Prohibida, además de muchos otros interesados, fueron a verlo cuando se exhibió en Pekín. La atmósfera en la sala de subastas se cargó de electricidad al anunciarse el lote 55 y tres compradores pujaron hasta el final para poder quedarse con un trofeo tan rico en historia. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdelmundo@gmail.com)
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