
En la pinacoteca parisina los ladrones se apropiaron de cinco lienzos: "Paloma con guisantes" (1911), de Picasso; "La Pastoral" (1906), de Henri Matisse; "Olivo cerca de L'Estaque" (1906), de Georges Braque; "Mujer con abanico" (1919), de Amedeo Modigliani, y "Naturaleza muerta con candelabro" (1922), de Fernand Lèger, según informó Interpol. El robo de esos óleos, valorados "en cientos de millones de dólares", está en "segundo puesto", aunque "próximo", respecto del mayor robo de la Historia, de unos 500 millones de dólares, que "la mafia corsa perpetró en el museo de Isabella Stewart Gardner (Boston) en 1990", afirmó Charney, fundador de la asociación ARCA, que colabora con organizaciones internacionales para resolver casos delictivos con obras de arte.
"Las piezas robadas en París son del mismo tipo que las que eran sustraídas en la década de los 60 en la Riviera francesa por miembros de la mafia de Córcega (sur de Francia)", señaló este experto. "La mafia corsa, entre 1961 y 1962, tuvo fijación por los cuadros de Picasso y Cézanne, que marcaban récords de ventas en las subastas, lo que culminó en el macrorrobo de 118 Picassos en una sola noche en el Palacio Papal de Avignon (Francia)".
En opinión de Charney (New Haven, Connecticut, 1979), "la mayoría del arte conocido es robado para chantajear a la víctima o a la compañía de seguros, o como moneda de cambio en negociaciones entre bandas delictivas" por drogas y armas, e incluso en casos de terrorismo. Del robo de París ha pasado una semana y los lienzos "ni han sido recuperados, ni se ha negociado ningún chantaje, por lo que su destino más probable es, como en el caso de tantas otras obras de arte famosas, que, al ser bienes fácilmente transportables, sirvan para negociaciones entre los grupos del crimen organizado", concluyó. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdelmundo@gmail.com)
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