
Aunque esta guerra se remonta al año 2004, en marzo del año pasado, Lucas volvió a demandar a Ainsworth por utilizar los moldes originales de los trajes y los cascos. El cineasta le reclamaba 10 millones de libras (unos 11,2 millones de euros) por utilizar los moldes originales de los trajes y los cascos de los soldados. Sin embargo, Ainsworth afirmó poseer los derechos sobre los diseños en calidad de creador de los mismos. Una decisión que permite a Ainsworth seguir produciendo y comercializando los populares trajes de soldado imperial.
En 2005 un tribunal estadounidense prohibió a Ainsworth vender sus armaduras en Estados Unidos al entender que estas prácticas vulneraban la legislación sobre derechos de propiedad intelectual. Pero parece que Lucas lo tendrá más difícil en el Reino Unido. Y aunque ya son varias las resoluciones judiciales en su contra, Lucas no se quedará de brazos cruzados y, como el Imperio, piensa contraatacar apelando a instancias superiores. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdelmundo@gmail.com)
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