
Se trata de uno de las piezas más codiciadas de este creador y permaneció en la sala capitular del solemne monasterio madrileño, donde se atesoran sus mejores pinturas, entre 1656 y 1809. Después, se perdió la pista del cuadro, un óleo sobre lienzo que representa con extremado dramatismo y belleza -la mirada de tristeza serena del mártir y la tensión y la rabia de sus verdugos- los preparativos para la ejecución del santo.
En medio de la confusión creada por la ocupación militar de España por las tropas napoleónicas, el lienzo desapareció en 1809 tras su traslado desde la sala capitular del cenobio madrileño al Palacio Real. Entonces fue inventariado por el sacerdote y bibliotecario Pablo Lorenzo. Pero el rastro del cuadro se perdió poco después. En 1930 fue visto en una colección particular en la francesa Lyon.
"Se seguía su pista desde tiempo atrás", explicó Yago Pico de Coaña, presidente de Patrimonio Nacional, organismo estatal responsable de la recuperación del tesoro flamenco. En 2000 fue vendido en Christie's de Londres. Y en diciembre de 2008, el Estado español compró el cuadro a la galería Weiss de la capital británica. Los seis millones de euros exigidos en un principio pasaron a 2,5 millones. "Patrimonio supo aguardar un momento mejor", explica Pico de Coaña. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdelmundo@gmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario