
La historia de la polémica y los juicios parece ser vieja como la fotografía misma.
La exposición recuerda que, ya en 1840, el pionero Hippolyte Bayard tuvo que presentarse en los tribunales para defender la autoría de los novedosos tirajes en papel contra el omnipresente daguerrotipo usado en la época. O Napoleon Sarony, quien en 1882 tuvo que defender sus derechos de autor sobre unos retratos de Oscar Wilde comercializados a escala industrial y de los que nunca vio un centavo. La justicia de Estados Unidos reconoció que las fotos eran "el fruto de un trabajo intelectual" y accedió a reconocer su autoría. Dicho veredicto sentó jurisprudencia e hizo historia, al hacer posible que los fotógrafos pudieran cobrar por su trabajo.
Otro campo polémico es el de la religión. En Lausana se presentan las provocadoras series para Benetton realizadas por el muy controvertido Oliviero Toscani, entre ellas el célebre beso entre un cura y una monja, cuya distribución fue prohibida en Italia bajo presiones del Vaticano y retirada en Francia. (Para más información contactar a la autora del blog en autoresdelmundo@gmail.com)
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